Desde que tengo recuerdo de consciencia me chiflan las motos, los coches y cualquier aparato que huela a gasolina!
Tengo especial amor por los coches y motos clásicas.
Vamos coches y motos viejas decía mi padre.
Mi tío Marcos me gana de 6 años y a sus 19 años tenía un Vespino SC, tenía los piñones rotos y era una reparación muy costosa, el tema es que en aquél entonces ya hacía como más de dos años que dicho Vespino estaba en un rincón.
Un rincón de la cochería de mi abuelo, una cochería grande donde me ha visto crecer toqueteando bicicletas, motos y coches.
Siempre insistía a Marcos que me dejara dar una vuelta por la cochería con el vespino.
No recuerdo muy bien cómo fue, pero un día en una conversación me dice,
Si tienes cojones de arreglar el vespino, ¡te lo regalo!
Me faltó tiempo para salir disparado hacia el desguace de coches, en aquel desguace había montones de coches uno encima de otro, también estaba el rincón de las motos.
Más que el rincón de las motos era una montaña de cosas oxidadas.
La cuestión es que conseguí sacar un motor como el que necesitaba, no me acuerdo si lo cambié por algo al chatarrero, me lo regaló o lo robé.
Le faltaban unas piezas, pero yo tenía las del otro, la idea era entre los dos motores hacer uno.
Ya me contarás, un chaval de 13 años que no le gustaba la escuela, pero flipaba con la mecánica, las motos, las bicicletas, cualquier aparato que tuviera ruedas.
Ahora que me acuerdo, otro día te contaré lo de los autos locos.
Me pasé muchas tardes en la cochería intentando hacer de dos motores rotos, uno que funcionara.
Lo conseguí, de aquella manera pero arranco, y lo conseguí con cuatro destornilladores, martillo y llave inglesa que cogía prestadas del sótano de mi abuelo, mucho ingenio y mucha ilusión.
Para montar y reparar ruedas de bicicleta te las puedes apañar con muy pocas herramientas, pero necesitas ilusión.
Te lo enseño en: La Guía del Wheelbuilder
PD:No necesitas las herramientas de la NASA, pero si ilusión.