En 2009 tenía que conseguir unos ingresos extra, en ese momento me encontraba.
– con un trabajo que no me gustaba nada
– una preciosa hija de 2 años
– recién separado
– con la custodia compartida.
Mi sueldo no me daba para todo, y no quería que le faltara de nada a mi princesa.
Tenía que encontrar algo que me diera un dinero extra, no lo tenía nada fácil.
No me sobraba ni un duro para invertir en negocios milagro, de los que te haces millonario de la noche a la mañana.
Desde siempre se me ha dado bien la mecánica.
Pensé en un taller de reparaciones.
No tenía local ni podía pagar un alquiler.
Siempre me había llamado la atención el tema de montar ruedas de bicicleta.
Empecé a darle vueltas a la idea, y con una pequeña habitación del piso en que vivía me apañaba de sobra.
Tengo la tara de ser de ideas fijas y algo obsesivo, cuando se me mete algo en la cabeza soy capaz de darle vueltas 28 horas al día.
En un año ya tenía las bases y sabía medio montar ruedas, quería ofrecer mi servicio a los talleres de bicicletas que no lo daban a sus clientes.
La idea era sencilla.
– Recogía las ruedas a reparar en los talleres.
– Las reparaba.
– Las devolvía.
tipo mecánico a domicilio, pero para tiendas y solo ruedas.
No llegué a dar este servicio a talleres, ¡otro día te cuento más cosas!
Te enseño lo que aprendí para montar ruedas.
Aquí >> La guía del wheelbuilder